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Soy una persona inquieta, que ama la vida en toda su extensión de la palabra y disfruta escribiendo lo que percibe de ella, saboreando cada palmo de lo vivido. soy terapeuta holistico.

lunes, 8 de septiembre de 2008

EL GRAN RETO

Existe un gran reto para el ser humano en su polaridad masculina. Después de haber escrito “dos mundos dos esferas”, de pronto existen dos personas del sexo masculino, donde hacen mención a la infidelidad masculina, por agentes genéticos. Si esto fuera cierto existiría una gran justificante para la infidelidad de estos, aludiendo, a lo que decía don Juan, en mi escrito “El Animalito fornicador” que publique en Citla.con, donde don Juan dice que los hombres son así y la mujer ya debería de haberse acostumbrado y aceptarlo…
Curiosamente también de pronto, lo escucho en la televisión y en la radio, como si de pronto hiciera un bumm. Estos asuntos genéticos.

Mi muy particular punto de vista es que lo único que existe es un gran reto para el ser humano masculino, para trabajar ese aspecto y trascenderlo en vez de justificar lo que tanto le gustan de hacer.

¿Por que menciono, que es un gran reto? Es muy simple, de todos es sabido, que somos animales en evolución, y que lo único que nos diferencia del resto del animal común, es solamente que somos racionales, aunque muchas veces actuemos más por instinto, que con la razón. Entre más instintivo es el ser humano se dice que actúa más como animal inferior sin hacer uso de la razón que lo distingue del animal común.

De hecho existe un dicho que expresa “es un animal ni parece humano” esto refiriendo al hecho de actos que nos parecen muy por debajo de una ética de respeto a la vida y a los demás seres vivos.

Por lo tanto, el ser humano siempre es genéticamente hereditario de instintos primarios, que permiten preservar la vida aun en forma inconciente. Esta comprobado, que en casos de desastre extremo los animales y muchas personas actúan realizando la unión sexual en esos casos en que deberían pensar más en ponerse a salvo. Y sin embargo en forma instintiva actúa como si les dijeran -reprodúcete estas en peligro de extinción-.

El gran reto del ser humano, es precisamente ir acumulando experiencias en su genética, que cada vez quede más endeble la actuación solo por instinto, y cada vez acercarse a los actos por conciencia y conocimiento de si mismos. Que los eleva cada vez más como mas humanos de razón, capaces transformar su vida con cada acto suyo venciendo la herencia genética primaria y acumulando información en sus genes de nuevas formas de vivirla. Después de todo nuestro código genético, tiene la información total de toda la vida que se ha desarrollado en el astro llamado tierra. Tenemos los mismos códices genéticos, hasta que nos vamos separando poco a poco con más información en nuestro códice. Los embriones en cierta etapa de su desarrollo son iguales todos, incluyendo el humano. Es, como si en nueve meces, se recorriera toda la historia del desarrollo de la vida hasta hacerse humana. En el comienzo solo éramos un globo unicelular, que se le unió una especie de animalito unicelular muy primitivo y flagelado introduciéndole información para entre ambos elaboraran otro ser. Luego, parece una esponja de mar, después un pez primitivo hasta con aletas, más después un primate, y así sucesivamente mente hasta quedarse en la escala que le corresponde. Solo el ser humano continúa hasta lograr otro humano. Pero en realidad es un recorrido de la historia de su genética. Y sería tonto decir, y justificarse, que así se es genéticamente y así me quedo. Pues la evolución no se debe estancar, sino seguir una pendiente de crecimiento continúa, que acelere cada vez más ese aspecto evolutivo siendo cada vez menos instintivos y más racionales, con una tendencia a la intuición que va más allá del instinto y la razón, así a esa directriz apunta la evolución, y no a sí atrás (involución). La evolución no debe retroceder ni estancarse.

Querido lector, aquí se tendría que dar un salto quántico de lo meramente animal instintivo a lo evolutivo en forma conciente y suprahumana. Es decir superando lo meramente humano para graduarnos de humanos.

De antemano pido disculpas a mi congener humano masculino, por abordar solo el aspecto masculino y no también el femenino, ya que con justa razón me diréis, que también es infiel, en lo que estoy totalmente de acuerdo. Pero en este caso solo estoy abordando las razones genéticas que comienzan a ponerse muy en boga referentes a lo masculino.


Celia Rivera Gutiérrez
Cd. Obregón Sonora, México
Septiembre 8 del 2008

1 comentario:

Gustavo dijo...

En lo que siempre he estado en desacuerdo es que se presente este asunto como una guerra entre sexos, eso al final no contribuye a la tan buscada igualdad de géneros. Creo que el bien y el mal está en el interior de cada ser humano y en la medida de los valores de cada quien, es como va a responder ante este tipo de situaciones sin importar si es hombre o mujer.