Nunca sabrás
Que la perlas preciosas
Son más grandes y hermosas
Que los abrojos que las rodean
Que vale la pena espinarse
Para gozar su belleza
Todo tesoro esta resguardado
De amor y grandeza
Con espinas y abrojos
Que atemperan…
Para obtener el uno
Se tiene que aceptar el otro
Y trabajarlo para cortar sus puntas
Que laceran
Lo que no me gusta de ti
Lo traigo en mi y me refleja
Si te acepto como eres
Trabajaré lo que soy
Y obtendré una perla
Que entre tú y yo
Haremos brillar al sol
Que se resguarda en ella
Celia Rivera Gutiérrez
Cd.- Obregón Sonora, México
Febrero 14 del 2009
14 comentarios:
Es cierto, es necesario identificar naturalezas complementarias para apreciar las cosas buenas de la vida.
Una fuerte abrazo
Esa perla es muy brillante con vos en tus versos, poema tan hermoso nos entregas ..
saludos fraternos
es un lujo leerte
un abrazo
Ciao
passavo da qui per salutarTi.
Buona giornata
Celia, toda tu sensibilidad en el poema.
Un abrazo
¡Qué bello! Adaptarse el uno al otro requiere sacrificios que bien valen la pena, pues los dos ganan.
Un cariño.
Querida Celia, vos sos una perla!
TE abrazo fuerte
Gracias Gustavo, es grato tener tu opinión
Un grab abgazo
Gracias Adolfo, tus comentarios siempre llenos de tu sensibilidad
Luciano
Gracias por venir a saludarme,
es grato tenerte en mis letras.
Qure tengas una buena semana
Celia
Hola, Celia...
Tienes toda la razón.
Las cosas bellas se consiguen con sacrificio, nada es fácil en la vida, además debemos adaptarnos a las circunstancias para poder lograr el objetivo.
Sabia reflxión nos deja tu poema.
Un abrazo.
Celia querida tocaya de nombre tu sensibilidas hace ver la mía.
Muchas gracias por estar siempre en mis letras y sentirte cerca.
Celia
Así es Liliana G
Cuando ambos sacrifican algo a favor de ambos y trabajan sus asperezas juntos, ambos ganan y ninguno pierde.
Un abrazo Liliana amiga
Celia
©Claudia Isabele
Me visita la perla y me dice que soy una perla, si nos engarzamos iremos formando el collar.
Gracias amiga espero que pronto se solucione lo de tu hermoso blog.
Sí, Rafael, nada es gratis en la vida.
Se pueden conocer dos personas muy valiosas cada una, y aun así se tienen que adaptar para lograr casarse cada uno de tal forma que la parte de uno case a la perfección en el otro, como un tornillo a una tuerca.
(Disculpa la comparación).
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